Dos jóvenes padres iraníes me sonrieron, mostrando fingida desesperación mientras su pequeño hijo y su hija los arrastraban con entusiasmo a una tienda famosa por sus sándwiches de helado de pistacho. A la vuelta de la esquina, ocupando el costado de un edificio de 15 pisos, un mural de propaganda patrocinado por el gobierno mostraba una …